Inquieto

Me siento inquieto, 

no sé cómo hacerme

no sé cómo pensarme.

Me siento con ganas de estar con vos, 

ganas de disfrutar mi noche junto a tu calor

o tu frío... Da igual la temperatura, sólo quiero sentirla,

sentirte.

Lo que sucede es que no sé si

pasará, si sucederá que podré experimentar

realmente lo que está con vos.

Y no me refiero a tu físico inigualable 

definitivamente hablo de tus atributos diferenciales.

Seriamente digo, que lo que necesito es tu existencia.

Cerca mío.

A veces ya no sé ni en qué desviar mi mente,

es como ansiedad lo que siento al saber que no estás,

al tratar de pensar en no pensarte más nunca, ya jamás.

Trato definitivamente de enraizar mis imaginaciones 

en delirios infinitos llenos de contradicciones 

hacia lo que mi corazón pide. Mi mente lucha, mi ser lucha.

Imposible mantener en pie mis reacciones.

Además, quiero que te des cuenta que mis manos duelen,

que mis músculos en mis brazos sufren, 

por tanto que escribo, por tanto que garabateo y boceto 

lo que los sentimientos necesitan.

Pues después de todo humano soy,

siento y siento lo que me haces sentir,

pienso y pienso lo que me gustaría sentir,

y no logro evitar lo que no quiero sentir.

Inquieto estoy,

inquieto soy.

Me inquieta que tu luz no se asome en mi interior,

que los corredores de mi existencia ni siquiera distingan la penumbra.

Me siento inquieto.