Soy un hombre que no sabe como vivir para sí mismo.



¿Quién sos?

Soy. Estoy. Ni pasado, ni futuro. 

¿Estás seguro de quién sos?

No sé como se configura una personalidad, aún menos seguro estoy de cuál es la razón de la existencia de un ser. No tengo ni la más mínima idea de como explicarme que no sé, no estoy seguro, no pretendo conocer quien soy. O tal vez si lo sepa, pero no quiero admitirlo.

¿Estás aquí para cumplir todas tus metas y sueños?

Quizá solo soy el que debe brindarle las alegrías a alguien más, no a una persona, sino a varias.
No estoy seguro de estar realizando lo que me genera satisfacción, la felicidad sigue siendo abstracta sin importar quien haga la pregunta. En lo que a mi respecta, ni siquiera es una opción.

¿Qué preguntas podés responder hoy?

Ninguna. Estoy aquí para dar consejos, pero no para ser escuchado por nadie más. 
Creo que me alegra hablar con extraños, porque me siento seguro al contarles mis problemas y que no se vean dañados por mi vida, no como si se lo contara a mi seres amados, amadas, deseadas.

Puedo responder otras preguntas, puedo responder de donde vengo, puedo responder si hago lo que me gusta, puedo ser sincero y decir todo lo que siento en este momento. Aunque siendo sinceros, mentir sería más sencillo. Mentir, aunque sea feo y moralmente mal visto, es nuestra mejor herramienta cuando no queremos ser descubiertos. Quizá yo no quiero que descubran mi yo interior.

¿Qué sos?

No sé quien soy en realidad. Sé de mitos por los que he pasado y lo que supuestamente me ha formado. Sé por donde he caminado en la vida para estar hoy acá. Pero no sé si soy la respuesta al castigo de divino de mis progenitores, no sé si son la inspiración para mis menores. No sé si soy el pecado hecho carne o la carne podrida que no se puede vender en una carnicería para personas con recursos limitados. Tal vez ni siquiera los animales moribundos pueden comerme.

No soy melancólico eso si, en soledad sí, ante la gente no.

¿Por qué entonces no vivir si le decís a los demás que vivan?

Porque no puedo, no es mi misión. Mi misión es remendar los errores ajenos, suplir a los rostros de felicidad cuando están conmigo, tal vez ira y enojo de vez en cuando. Pero se supone que aveces soy un ángel que vino a solucionarle la vida a los demás. Eso quieren creer otros. Yo estoy seguro que Dios no existe, y si existe, me escupió como si se le hubiese metido una mosca en la boca. 

¿Sos una víctima?

No me considero una víctima, personas tienen peores vidas que la mía. Personas han tenido momentos más duros, y mi excusa para ser feliz es esa, ¿cómo si otros lograron ser mejores con menos, yo seré peor con relativamente más? Aunque ni sé en mi escala que puede ser peor o mejor. Ni siquiera sé a veces que es ser "Ser".

Soy un hombre que no sabe como vivir para sí mismo.
Soy una mujer que nunca tuvo que ser sumisa.
Soy un niño que no tuvo niñez. 
Soy un ser que no ha aprendido como existir sin dependencia. 
Que depende la felicidad de otros para poder existir. 

Comentarios

Entradas populares