En aquel lugar

Dejar de comprender el monocromático de tu ser,
comprometer tu sensualidad mental
sin saber definir hacia donde va.

Es así como me hicieron sentir las arenas, miradas y besos.

Podés conocer espacios que nunca creíste que podrían existir,
podés saber más de mi de lo que en algún momento supiste de vos misma,
es probable que incluso tengás en tu mano la llave
para liberar aquel ser que decide ser
en un momento y al otro es,
y conozcás a quien puede robarte un pedazo más de aquel placer
de conocer y olvidar,
sin miedo ni moral.

Y es que así es el viajar,
toma un tramo y suéltame la mano,
corre hacia donde más luz ya no hay,
encuentra aquello de lo que no eres capaz
y abrázalo para obtener esa felicidad
que nunca creíste sentir
o encontrar.

Te dejo ya.

Es mi hora de volver a mi lugar,
ha sido un placer conocerte a vos y a todos los demás,
un placer haberte roto el corazón sin miedo,
y que te dejaras el mío aún latiendo,
aunque fuese sólo un pedazo,
y espero cada vez que visite un lugar
quedarme cada vez con menos partes de mi
dejarlas siempre,
y dejarlas empapadas
en los labios de muchas personas
y que jamás esas partes me las puedan regresar.