Confianza

Hay relaciones que son duraderas,

otras muy cortas, fugaces,

otras con días incontables 

y otras con sólo minutos que parecerían milenios,

y estamos nosotros.

Existen pasiones que conllevan ternura,

algunos conocen la pasión como sangre,

como mordiscos llenos de carne y dolor,

nosotros la conocemos por la sensación de volver,

de tomar las cosas destruidas para destruirlas más,

parte de eso es nuestra pasión.

Conozco de señores que darían sus posesiones,

sus escudos y sus estandartes, 

con tal de poseer a alguien como vos, como yo;

alguien que a diario recuerde lo que es tocar fondo,

o estar en la cima y flotar.

Pero no todo es tan sencillo, 

no simplemente fue conquistarte,

todos saben que tuve que vender mis más preciados dones,

vender mis costumbres y algunes veces deshacerme

de mi mismo, para que no conocieras quien fui

antes de que estuvieras aquí,
eso me cobró factura.

Y puedo decir lo mismo de vos,
puedo decir que también hay una representación de falsedad
en tus meñiques y pupilas,
también pude oler que tus palabras cambiaban de aroma
cuando las decías con sinceridad y escondiendo ese pasado.

Pude darme cuenta que la confianza nunca existiría.

Te vendiste a mi como un elemento necesario,
y tan solo fue un dopaje,
todo estuvo bien, pero lleno de mentira.

Todo estuvo muy bien, pero nunca fue real,
ni yo fui de tu confianza, ni tu alma estuvo ligada a mis creencias.

Pero aún así nos envidian,
tenemos eso que nadie sabe que es
eso que llena estadios sedientos de sangre,
sedientos de ver emociones esotéricas,
sádicas
y llenas de fuertes tristezas,
en rostros deseosos de no morir

a manos del otro.

Ahí nace el pacto,
el pacto donde confiamos uno en el otro,
nace la confianza de que moriremos ambos,
o morirá sólo aquel que falsamente se crea el mejor.